viernes, 4 de enero de 2013

El abracadabra mejor compartido (por Mairena Guerra)


La magia es su vida y además él la ha sabido encauzar para que también se convierta en algo importante en la vida de muchos otros. Miguel Romero, más conocido como el mago Miguelillo, ha vuelto a ser reconocido por la labor humanitaria que realiza año tras año, llevando sus espectáculos a los rincones del mundo que han sido afectados por alguna desgracia, como ha sido el caso de Cuba, Haití, Bolivia o Argentina, en los que intenta arrancar una sonrisa y dejar caras de asombro, aunque esta vez por sus increíbles trucos de magia.

Por segundo año consecutivo, este barcelonés arraigado en Zamora ha sido galardonado en los Premios Anuales de Cruz Roja Española, por sus continuos viajes a países en vías de desarrollo. Del que tiene mayor recuerdo es el que realizó a Haití, convirtiéndose en el primer artista en el mundo que pisaba la tierra de esa isla tras el terremoto. «Fue una de las experiencias más maravillosas del mundo», recuerda el mago, al tiempo que asegura que repetirá «en cuanto pueda»

«No hace irse tan lejos para echar una mano», reconoce este artista zamorano, que se caracteriza por dedicar gran parte de su tiempo a los demás. Por ello también ha participado en diversas actividades en la localidad de Lorca, en Murcia, tras el terremoto que asoló la ciudad. Allí actuó en los improvisados campamentos de desplazados para hacer las tardes más amenas y divertidas a las familias que se habían quedado sin casa.

Un poco más al sur, en pleno desierto del Sahara, también aportó su granito de arena durante la visita que realizó más recientemente a los campos de refugiados. Allí, además de realizar infinidad de actuaciones para niños y mayores, participó en la grabación de un documental, «El último ángel».

Su actividad solidaria continúa de manera un poco más anónima y cuando su trabajo se lo permite también visita hospitales de Castilla y León para llevar la magia a los niños y mayores que allí están ingresados. Por otra parte, continúa colaborando con infinidad de proyectos y asociaciones a través de actuaciones benéficas, campañas de sensibilización y actividades complementarias.

Siempre con nuevos proyectos en la cabeza, una de sus iniciativas más inmediatas será visitar a los niños que vivieron la catástrofe de Chernóbil para pasar con ellos una temporada «muy mágica», según adelanta el propio mago, que quiere seguir arrancando sonrisas durante este 2013.


La Opinión de Zamora día 04/01/2013

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