lunes, 24 de diciembre de 2012

Decenas de niños aprenden a fabricar sus propios regalos. (Por Elena Joao García)


Participan en un taller municipal para fomentar el consumo responsable



Abrollarela es un proyecto emprendido por tres mujeres que se dedican a organizar talleres creativos para niños. Hasta el próximo 31 de diciembre, en la Alameda, en la antigua churrería, imparten unas actividades que llevan como lema A fábrica dos agasallos y en las que toman parte, por la mañana y por la tarde, niños desde los tres años. Patricia, una de las monitoras, explica en qué beneficia a los pequeños participar en las actividades. «Esto fomenta un consumo responsable; los niños aprenden a crear, desarrollan sus habilidades y luego regalan sus trabajos, lo que les refuerza la autoestima».
Durante parte de la mañana y de la tarde, decenas de niños hicieron sus propios regalos exhibiendo una gran destreza con las manualidades; recortes, pinturas, plastilinas, pegatinas. A través de cuartillas, con diferentes dibujos, algunos pequeños de poco más de tres años mostraron su pericia con las tijeras para recortar árboles, que luego pintaban.
«No solo es un modo de entretenimiento; la Navidad no puede ser todo comprar y consumir, y los niños así aprenden otras cosas muy importantes para su desarrollo», puntualizaba ayer Patricia.
Además de entretenerse, es una buena manera de hacer ver a los niños que los juguetes fabricados a mano pueden entretener más que los comprados y así hacer un buen consumo de ellos, ya que en los últimos años estamos ante una sociedad de consumo y por ellos los niños reciben más juguetes y se divierten menos con ellos que hace unos años cuando los niños recibía menos y se divertía más, cuando una simple cazuela o cuchara significaban horas de ruido y de juego al igual que una caja era un fuerte, una casa etc.. Por eso con estas iniciativas hacen ver a los niños que eso era verdad y que el  tener mucho no es mejor.

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