Todo niño que es
hospitalizado, al igual que la familia, siente angustia, inseguridad y temor a
la muerte. A esto se añade un componente académico, ya que si la enfermedad se
prolonga en el tiempo, por padecer una enfermedad crónica como diabetes,
intolerancia al gluten o a la lactosa, leucemia..etc. sienten temor por perder
el curso.
Han dejado su medio natural,
su familia, sus amigos para entrar en un nuevo universo en el que todo es
distinto, tanto el medio que le rodea como las personas con las que tiene que
relacionarse.
La reacción de estos niños no siempre es la misma. Para
algunos lo más fácil es refugiarse en el calor familiar, otros adoptan una
conducta desafiante ante la enfermedad y finalmente los últimos, se muestran
retraídos, distantes de todos, debido a que su enfermedad ha sido causa de que
la familia los haya alejado de su medio natural, ocultando a los demás la
situación en la que se encuentra.
Conductas negativas.
- La edad del niño hospitalizado: no es lo mismo la situación anímica de un niño de corta edad que está más apegado a sus padres, que un niño adolescente que tiene un mayor control de sus emociones.
- El tiempo de hospitalización: Este es uno de los factores más negativos ya que a medida que pasan los días, el niño se sentirá cada vez más lejos de su ambiente y el grado de ansiedad será mayor, lo que puede provocar tanto en el niño como en su familia un enfrentamiento a todo y a todos.
- Contar con un diagnóstico o estar a la espera del mismo: A veces el niño ingresado no cuenta con un diagnóstico previo, esto hace que aparezca inseguridad por parte del niño y de la familia que puede desencadenar en una situación de desajuste emocional.
- El tipo de patología: No es lo mismo la situación de un niño que se enfrenta a un problema de trauma o quirúrgico, que un niño que tiene una enfermedad crónica.
- La medicación: Dependiendo del tipo de medicación prescrita planteará distintos problemas al niño como puede ser desde el punto de vista escolar ya que los días de medicación severa la actividad intelectual disminuirá.
- La actitud de los padres y la familia: La familia debe de ser el principal soporte psicológico del niño hospitalizado, por ello deben estar tranquilos y ser conscientes de este papel.
- Se debe dar un proceso de adaptación por parte de la familia al cambio experimentado.
- Aparecerán tensiones dentro de la familia que antes no existían: situación laboral de los padres, atención de los mismos al niño en el hospital, los posibles hermanos quedarán en un segundo plano…
- Se desconocerá en muchos casos el alcance y gravedad de la enfermedad del niño.
Todas estas situaciones se corresponden
con tres momentos a los que toda familia se enfrenta desde que el hijo cae
enfermos:
1º Sensación de perplejidad, pensar que
eso no puede estar ocurriéndoles a ellos.
2º Periodo de rabia y resentimiento
buscando culpabilidades que no siempre existen.
3º La familia se resignará y aceptará
la nueva situación tras el diagnóstico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario